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Plantaciones nucleares: historia de la energía atómica, accidentes importantes y geopolítica

Esta colección reúne centrales nucleares que han marcado la historia de la energía nuclear civil. Algunas tuvieron accidentes que cambiaron la percepción mundial del nuclear. Tchernóbil en Ucrania sigue siendo el símbolo del desastre de 1986, mientras que Fukushima en Japón mostró los riesgos de los desastres naturales. Three Mile Island en Pensilvania detuvo la construcción de nuevos reactores en Estados Unidos durante muchos años. Otras instalaciones son de las más grandes del mundo, como Kashiwazaki-Kariwa en Japón o Bruce en Canadá. Muchos sitios enfrentan dificultades actualmente, como la central de Zaporiyia en Ucrania. La colección también muestra proyectos que intentaron ampliar los límites técnicos de esta energía. Superphénix en Francia y Monju en Japón probaron nuevos tipos de reactores, con resultados variados. Algunos, como el de Bataan en Filipinas, nunca funcionaron pese a estar completos, mientras que otros, como Oyster Creek o Tokai, abrieron el camino a la industria nuclear en sus países. Desde Siberia hasta los Emiratos Árabes Unidos, desde Canadá hasta India, estos lugares cuentan historias sobre las decisiones energéticas, avances técnicos, fracasos y dudas que rodean esta fuente de energía desde hace más de sesenta años.

Central nuclear de Chernóbil

Prípiat, Ucrania

Central nuclear de Chernóbil

La central de Chernóbil se convirtió en el escenario del peor accidente nuclear de la historia en 1986, cuando uno de sus reactores explotó y liberó grandes cantidades de partículas radiactivas en el aire. La explosión obligó a decenas de miles de personas a evacuar de inmediato y creó una zona de exclusión que persiste hasta hoy. Tras la catástrofe, el reactor destruido fue cubierto primero con una envoltura provisional de hormigón, reemplazada más tarde por una estructura moderna de acero diseñada para evitar nuevas fugas de radiación. Los edificios abandonados, las calles silenciosas del pueblo cercano y la naturaleza recuperando su espacio dibujan un cuadro contundente de las consecuencias a largo plazo de semejante accidente. El lugar no es de libre acceso, pero visitas organizadas permiten acercarse a los restos técnicos y conocer la historia de este sitio que cambió de manera fundamental el debate mundial sobre la energía nuclear.

Central nuclear Fukushima I

Ōkuma, Japón

Central nuclear Fukushima I

La central de Fukushima Daiichi se convirtió en el escenario de un grave accidente nuclear cuando un terremoto y un tsunami en 2011 provocaron la fusión del núcleo de varios reactores. Esta instalación en la costa del Pacífico muestra los peligros que enfrenta la energía nuclear ante fenómenos naturales extremos y transformó el debate mundial sobre la seguridad de los reactores. La catástrofe llevó a muchos países a reconsiderar su uso de la energía nuclear. La región circundante fue evacuada en una zona amplia, y los efectos de la radiactividad persisten hasta hoy. El desmantelamiento y la descontaminación llevarán décadas. Para la historia de la energía atómica civil, esta central marca un punto de inflexión que puso en evidencia la vulnerabilidad incluso de las instalaciones modernas.

Planta de energía nuclear Three Mile Island

Pensilvania, Estados Unidos

Planta de energía nuclear Three Mile Island

La central nuclear de Three Mile Island se extiende a lo largo del río Susquehanna en Pensilvania. El 28 de marzo de 1979 se produjo una fusión parcial del núcleo en el reactor 2, cambiando el rumbo del desarrollo de la energía nuclear en Estados Unidos. Aunque no hubo víctimas mortales, el suceso provocó una pausa de varias décadas en la construcción de nuevos reactores en todo el país. El accidente se desarrolló por una combinación de fallos técnicos y errores humanos al interpretar las señales de alerta. Hoy el reactor dañado permanece cerrado mientras que otras unidades funcionaron hasta hace poco. La instalación ocupa una isla fluvial rodeada de campos y pequeñas comunidades. Las torres de refrigeración se elevan visibles a kilómetros de distancia, recordando aquella mañana de marzo cuando las alarmas invadieron las salas de control y el mundo entero miraba Pensilvania con inquietud.

Monju Nuclear Power Plant

Tsuruga, Japón

Monju Nuclear Power Plant

Este reactor en Tsuruga pretendía demostrar que un reactor rápido refrigerado con sodio líquido podía funcionar. La instalación estaba diseñada para producir y consumir plutonio, permitiendo un ciclo cerrado del combustible. Después de entrar en funcionamiento, hubo problemas técnicos, incluido un incendio de sodio que obligó a un cierre de muchos años. La central permaneció cerrada la mayor parte de su existencia, mientras las reparaciones y comprobaciones de seguridad se alargaban. Finalmente, se decidió cerrarla de forma definitiva, ya que las dificultades técnicas y los costes eran demasiado elevados. Hoy, el sitio está siendo desmantelado, y su historia muestra los límites de esta tecnología de reactores.

Central nuclear San Onofre

California, Estados Unidos

Central nuclear San Onofre

La central nuclear de San Onofre se alza directamente sobre la costa del Pacífico en California, entre Los Ángeles y San Diego. Dos cúpulas blancas permanecen ahora en silencio, tras el cierre definitivo de la instalación en 2013 después de problemas con generadores de vapor. La ubicación junto al mar, donde la Ruta 1 bordea los acantilados, fue en su momento adecuada para enfriar los reactores. Durante décadas, esta central suministró electricidad a millones de hogares del sur de California, hasta que dificultades técnicas y presión pública llevaron a su cierre. Hoy, las playas y campamentos situados justo al lado de las cúpulas siguen abiertos, mientras el desmantelamiento continúa en el interior. Esta instalación costera muestra lo cerca que pueden estar algunas centrales nucleares civiles de zonas habitadas y lugares de ocio. Desde los miradores a lo largo de la carretera costera, las cúpulas son bien visibles, casi como colinas artificiales entre el océano azul y las montañas marrones del interior.

Centrale nucléaire de Bataan

Morong, Filipinas

Centrale nucléaire de Bataan

La central nuclear de Bataan se alza en la costa de Morong, en la península de Bataan, a unas dos horas al oeste de Manila. Se construyó a finales de los años setenta y principios de los ochenta, cuando el país buscaba mayor independencia energética. Las obras se prolongaron durante años y generaron costos elevados, pero cuando finalizaron en 1984, la central nunca entró en funcionamiento. Las preocupaciones por su proximidad a varias fallas geológicas y a un volcán, junto con los cambios políticos tras el fin de la dictadura de Marcos, llevaron a mantener la instalación cerrada. Hoy la central de Bataan permanece como testigo silencioso de una estrategia energética que nunca se concretó, rodeada de vegetación tropical, mientras continúan los debates sobre su posible uso o desmantelamiento definitivo.

Central nuclear de Oyster Creek

Nueva Jersey, Estados Unidos

Central nuclear de Oyster Creek

Esta central en Nueva Jersey comenzó a funcionar en 1969, convirtiéndose en una de las primeras instalaciones nucleares comerciales de Estados Unidos. El emplazamiento junto al río Delaware suministró electricidad a la región durante casi cincuenta años antes de su cierre definitivo en 2018. Oyster Creek se construyó siguiendo el modelo de reactor que se convirtió en el estándar de la industria nuclear americana en los años sesenta. La cercanía del mar y el paisaje costero llano influyeron en su diseño técnico. A lo largo de las décadas se realizaron varias mejoras de seguridad, pero razones económicas llevaron finalmente al cierre. El terreno se encuentra en una zona poco poblada, rodeada de bosques y humedales. Hoy comienza el largo proceso de desmantelamiento de los edificios.

Tokai No.2 Power Station

Tokai, Japón

Tokai No.2 Power Station

La Centrale nucléaire de Tokai fue el primer reactor comercial de Japón y marcó el inicio de la energía atómica civil en el país. Esta instalación entró en funcionamiento en 1966 y suministró electricidad a la región durante treinta años antes de ser clausurada en 1998. Hoy, la planta está siendo desmantelada, un proceso largo que dura décadas y plantea desafíos técnicos. La Centrale nucléaire de Tokai se encuentra en la costa del Pacífico cerca de Tokio y jugó un papel importante en la historia de la política energética japonesa. El desmantelamiento atrae a especialistas de todo el mundo que estudian el desmontaje de los componentes del reactor y la eliminación de materiales radiactivos. El sitio no está abierto al público, pero la historia de esta planta permanece estrechamente vinculada al desarrollo de la tecnología nuclear en Asia.

Central nuclear Fukushima II

Naraha, Japón

Central nuclear Fukushima II

La central nuclear de Fukushima Daini se encuentra en la costa de la prefectura de Fukushima, al sur de Fukushima Daiichi. Cuando el terremoto y el tsunami golpearon en marzo de 2011, las olas alcanzaron también este sitio. Los cuatro reactores sufrieron daños en sus sistemas de refrigeración, pero los operadores lograron detenerlos de forma segura y evitar la fusión del núcleo. Mientras Fukushima Daiichi se convirtió en el símbolo del desastre nuclear, Fukushima Daini muestra cómo las diferencias técnicas y la rapidez de reacción pueden cambiar el resultado de tales eventos. La central permaneció en modo de espera durante años antes de que se anunciara su cierre definitivo en 2019. Las áreas vecinas permanecen bajo restricciones, y el municipio de Naraha forma parte de los lugares donde los habitantes regresaron lentamente tras la evacuación.

Central nuclear de Onagawa

Onagawa, Japón

Central nuclear de Onagawa

Esta planta se encuentra más cerca del epicentro del terremoto de 2011 que cualquier otra instalación nuclear de la región. Mientras que Fukushima Daiichi sufrió graves daños, Onagawa permaneció funcional. Los ingenieros habían construido los muros de protección más altos de lo que exigían las normas, unos 14 metros sobre el nivel del mar. Esta decisión se basó en el estudio de los tsunamis históricos de la zona. Cuando llegó la ola, el agua casi alcanzó la cima del muro, pero los reactores quedaron a salvo. La instalación incluso sirvió de refugio para habitantes de pueblos cercanos. Tres reactores se alzan aquí en la costa de la prefectura de Miyagi. El lugar muestra cómo la precaución y una planificación cuidadosa pueden marcar la diferencia.

Davis-Besse Nuclear Power Station

Ohio, Estados Unidos

Davis-Besse Nuclear Power Station

Esta central nuclear se levanta a orillas del lago Erie en el norte de Ohio y pasó a la historia por un incidente que estuvo muy cerca de convertirse en accidente mayor. En 2002, los técnicos descubrieron que el acero del recipiente del reactor se había corroído desde dentro. En algunos puntos apenas quedaba material. Una capa fina de acero inoxidable era lo único que retenía el agua radiactiva. Si esa capa hubiera cedido, el agua habría salido y se habría extendido por el edificio de contención. El reactor había funcionado durante meses antes de que nadie detectara el problema. La central permaneció cerrada más de un año mientras los especialistas investigaban las causas y reemplazaban las partes dañadas. Este incidente llevó a inspecciones más rigurosas y planteó preguntas sobre la seguridad de los reactores viejos en Estados Unidos. La central entró en servicio en los años 1970 y desde entonces suministra electricidad a parte de Ohio. Recuerda cómo los fallos técnicos pueden desarrollarse durante largo tiempo sin ser detectados y qué peligro representan.

Central Nuclear de Crystal River

Florida, Estados Unidos

Central Nuclear de Crystal River

Esta instalación en la costa del Golfo de Florida terminó abruptamente después de más de treinta años de funcionamiento cuando trabajos de mantenimiento en el edificio del reactor causaron daños graves. Los costes de reparación se estimaron en varios miles de millones de dólares, lo que llevó al operador a cerrarla definitivamente. La planta suministraba electricidad a varios cientos de miles de hogares. Hoy se procede a su desmantelamiento. Crystal River muestra cómo los problemas técnicos en reactores envejecidos pueden llevar a cierres no planificados, incluso sin accidente clásico.

Central Nuclear Pilgrim

Massachusetts, Estados Unidos

Central Nuclear Pilgrim

Esta instalación en la costa atlántica generó electricidad para Massachusetts durante casi cinco décadas antes de cerrar definitivamente en 2019. El reactor se encontraba en una zona densamente poblada donde las cuestiones de seguridad y medio ambiente surgían regularmente a lo largo de los años. Hacia el final de su vida operativa, los problemas técnicos se hicieron más frecuentes a medida que el equipo envejecía. El cierre marca el fin de una era en la energía atómica estadounidense. Los trabajos de desmantelamiento continuarán durante décadas. La Centrale nucléaire de Pilgrim sigue siendo un ejemplo de los desafíos que implica operar y cerrar plantas atómicas antiguas, como muestra esta colección sobre la historia de la energía nuclear civil.

Central Nuclear Rancho Seco

California, Estados Unidos

Central Nuclear Rancho Seco

Esta planta californiana cerró en 1989 tras un referéndum local, un caso poco frecuente en el que la población votó directamente sobre el destino de un reactor. La Centrale nucléaire de Rancho Seco marca un punto de inflexión en la política nuclear estadounidense, cuando las dificultades técnicas y las preocupaciones públicas convergieron tras el incidente de Three Mile Island. El reactor funcionó durante unos 15 años, suministrando electricidad a la región de Sacramento, antes de que los ciudadanos votaran por un margen estrecho para su cierre. La decisión llegó después de varios incidentes operativos y preocupaciones de seguridad que erosionaron la confianza en la instalación. Hoy, el sitio muestra que las comunidades pueden desempeñar un papel activo en la política energética, revelando los límites de la aceptación pública de esta tecnología en sociedades democráticas.

Planta de energía nuclear Vermont Yankee

Vermont, Estados Unidos

Planta de energía nuclear Vermont Yankee

Esta central nuclear en Vermont estuvo en funcionamiento durante más de cuarenta años a orillas del río Connecticut y llegó a suministrar aproximadamente un tercio de la electricidad de los hogares del estado. El reactor de agua en ebullición cerró en 2014 por motivos económicos, a pesar de que su licencia de operación había sido renovada. Los bajos precios del gas natural y la creciente competencia de las energías renovables hicieron que el funcionamiento del reactor más antiguo fuera inviable. Tras el cierre comenzaron los trabajos de desmantelamiento, mientras continúan los debates sobre el almacenamiento a largo plazo de los residuos radiactivos. Esta instalación representa los desafíos a los que se enfrentan los reactores más antiguos en Estados Unidos, que a pesar de ser técnicamente capaces de seguir funcionando, ya no podían competir en las nuevas condiciones del mercado.

Central nuclear de Piqua

Ohio, Estados Unidos

Central nuclear de Piqua

La Centrale nucléaire de Piqua fue un pequeño reactor experimental en Ohio que funcionó solo unos años. La instalación entró en servicio a principios de los años 1960 para probar el uso de líquidos orgánicos como fluido refrigerante. Este reactor formaba parte de los primeros esfuerzos estadounidenses para desarrollar tecnologías alternativas en la energía atómica civil. Los problemas técnicos se multiplicaron rápidamente y la central se cerró en 1966. Su breve periodo de funcionamiento hace de Piqua uno de los experimentos de energía atómica más cortos en la historia de Estados Unidos. La instalación testimonia una época en que la industria aún probaba distintos conceptos antes de que los reactores de agua ligera se impusieran.

La Crosse Boiling Water Reactor

Wisconsin, Estados Unidos

La Crosse Boiling Water Reactor

Esta instalación a orillas del Misisipi albergó un pequeño reactor de agua en ebullición hasta el cierre de su actividad. La Centrale nucléaire de La Crosse se convirtió en un campo de pruebas para el desmantelamiento de instalaciones tras el cese de sus operaciones. El proceso se prolongó durante varias décadas, pues la gestión de residuos y la rehabilitación del terreno requerían paciencia. Hoy el lugar está casi por completo despejado. La historia de esta central muestra cuánto tiempo puede llevar devolver un sitio a un estado natural, y qué tan complejos son los desafíos técnicos y jurídicos.

Yankee Rowe Nuclear Power Station

Massachusetts, Estados Unidos

Yankee Rowe Nuclear Power Station

La central nuclear de Yankee Rowe fue la primera instalación atómica comercial de Massachusetts y generó electricidad de 1961 a 1992 para la región circundante, situada en colinas boscosas cerca de la frontera con Vermont, en una zona de pueblos pequeños y valles fluviales tranquilos. El reactor estuvo entre los primeros intentos de Estados Unidos por transformar la tecnología atómica militar en una fuente de energía civil. Tras su cierre, la instalación atravesó un largo proceso de desmantelamiento que se extendió durante muchos años, mostrando lo complejo y lento que puede ser el desmontaje de tales centrales. Hoy quedan pocos rastros de su funcionamiento, ya que el paisaje ha recuperado lo que fue un sitio industrial.

Central nuclear de Zaporiyia

Enerhodar, Ucrania

Central nuclear de Zaporiyia

Esta central se alza a orillas del embalse de Kajovka y cuenta con seis reactores, lo que la sitúa entre las mayores de su tipo en Europa. Desde 2022, el recinto está bajo ocupación militar, mientras técnicos ucranianos siguen vigilando los sistemas. Los edificios de los reactores y las torres de refrigeración dominan un paisaje llano y abierto, con zonas de seguridad y puestos de control. La situación preocupa a la comunidad internacional, porque el funcionamiento seguro puede estar en riesgo. Antes, la central abastecía de electricidad a gran parte de Ucrania; hoy representa la vulnerabilidad de infraestructuras críticas en tiempos de guerra.

Leningrad Nuclear Power Plant

Sosnovy Bor, Rusia

Leningrad Nuclear Power Plant

La planta nuclear de Leningrado se alza en el golfo de Finlandia, a unos ochenta kilómetros al oeste de San Petersburgo. Construida en los años setenta y ochenta, esta instalación emplea reactores RBMK similares a los de Chernóbil, que combinan grafito como moderador con refrigeración por agua. Tras la catástrofe de 1986, se introdujeron varias mejoras de seguridad en este sitio. Esta planta nuclear suministra electricidad a la región circundante y desempeña un papel importante en el abastecimiento energético del noroeste de Rusia. Una instalación más reciente con reactores de agua presurizada está en construcción cerca para reemplazar gradualmente las unidades más antiguas. El complejo se encuentra en una zona costera arbolada donde la industria se encuentra con la naturaleza.

Smolensk Nuclear Power Plant

Desnogorsk, Rusia

Smolensk Nuclear Power Plant

La central nuclear de Smolensk suministra electricidad a la región desde la época soviética. Utilizó originalmente reactores RBMK, el mismo diseño que Chernóbil, antes de que las unidades más antiguas fueran reemplazadas por instalaciones más recientes. La evolución de esta instalación cerca de Desnogorsk muestra el cambio en la tecnología nuclear rusa desde los primeros modelos soviéticos hasta los sistemas actuales. Proporciona energía a varios millones de hogares.

Central nuclear de Kursk

Kurchátov, Rusia

Central nuclear de Kursk

La central nuclear de Kursk forma parte de las instalaciones soviéticas construidas con reactores RBMK, el mismo tipo usado en Chernóbil. Se encuentra en el suroeste de Rusia, cerca de la ciudad de Kurchátov, junto a un lago artificial creado para la refrigeración. Sus cuatro reactores entraron en funcionamiento entre las décadas de 1970 y 1980 y suministraron electricidad a la región durante décadas. Tras el accidente de Chernóbil, se reforzaron las medidas de seguridad, pero el diseño siguió siendo polémico. Hoy, una nueva generación de reactores de agua a presión está en construcción en el mismo emplazamiento para reemplazar gradualmente las unidades antiguas. Esta central muestra cómo ha evolucionado la tecnología nuclear rusa a lo largo de las décadas y sigue siendo una pieza clave de la red eléctrica regional.

Balakovo Nuclear Power Plant

Balakovo, Rusia

Balakovo Nuclear Power Plant

La central nuclear de Balakovo se levanta a orillas del río Volga y es una de las más grandes de Rusia. Funciona con cuatro reactores VVER, un diseño desarrollado en la Unión Soviética y usado hoy en varios países. La instalación suministra electricidad a una amplia región. El río sirve para enfriar los reactores. El paisaje circundante es llano y agrícola. Una pequeña ciudad se construyó cerca para alojar al personal. La central entró en servicio por etapas durante los años 1980 y 1990. Tiene un papel importante en el abastecimiento eléctrico ruso y muestra cómo el país apuesta por grandes bloques de reactores para cubrir sus necesidades energéticas.

Central nuclear de Rivne

Varach, Ucrania

Central nuclear de Rivne

La central nuclear de Rivne funciona en el oeste de Ucrania con reactores de agua a presión de diseño soviético. Las primeras unidades entraron en servicio en los años 1980, cuando Ucrania aún formaba parte de la Unión Soviética. Más tarde se añadieron otros reactores, y la central se convirtió en una de las principales fuentes de electricidad del país. Se encuentra en una zona rural rodeada de bosques y campos, donde apenas se notan las operaciones industriales que se desarrollan en su interior. Los empleados proceden de pueblos cercanos y de una pequeña ciudad próxima. A pesar de su papel estratégico, la central permanece en gran medida invisible para quienes pasan a lo lejos, protegida por perímetros de seguridad y largos caminos de acceso. Su historia está estrechamente ligada a las convulsiones políticas de la región y a los debates sobre la seguridad energética en Europa del Este.

Central nuclear del sur de Ucrania

Youjnoukraïnsk, Ucrania

Central nuclear del sur de Ucrania

La central nuclear del sur de Ucrania se encuentra cerca de Youjnoukraïnsk, a unas pocas decenas de kilómetros del río Bug y no lejos de la costa del mar Negro. Esta instalación suministra electricidad a gran parte del sur del país y desempeña un papel importante en el abastecimiento energético de la región. Tres reactores funcionan aquí, construidos en los años ochenta según diseños soviéticos. Los edificios se elevan en el paisaje llano de la estepa, rodeados de estanques de enfriamiento y líneas de alta tensión que atraviesan tierras agrícolas. En las aldeas vecinas viven muchas familias de trabajadores cuyo día a día está ligado a la central. Esta central nuclear se sitúa en una zona geográficamente sensible, cerca de Odesa y otras ciudades portuarias, lo que le confiere una importancia estratégica. La proximidad al mar influye en el sistema de refrigeración y en el funcionamiento general de la instalación.

Central Nuclear de Ignalina

Visaginas, Lituania

Central Nuclear de Ignalina

Esta instalación utilizaba dos reactores RBMK, el mismo modelo que Chernóbil. La tecnología soviética se empleó principalmente en Lituania y Rusia. La planta comenzó a operar en los años ochenta y suministró electricidad al país durante más de veinte años. Tras la adhesión de Lituania a la Unión Europea, la central se cerró en 2009, una condición impuesta para la entrada en la UE. Estos reactores se consideran vulnerables porque carecen de recinto de contención de hormigón. Hoy, el sitio está siendo desmantelado, un proceso que durará varias décadas. La ciudad cercana de Visaginas fue construida para los trabajadores de la central y aún vive con este legado industrial.

Central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa

Kashiwazaki, Japón

Central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa

Esta instalación en la costa oeste de Honshu tiene la mayor capacidad instalada de su tipo en el mundo. La central comprende siete reactores distribuidos en un terreno extenso. La posición costera fue considerada durante mucho tiempo una ventaja para el enfriamiento, pero también se reveló como una debilidad: tras el terremoto de 2007, los reactores permanecieron detenidos durante años. Los alrededores están marcados por arrozales y pequeños pueblos costeros. Vista desde el exterior, la central se asemeja a una pequeña ciudad industrial con torres, tuberías y vallas de seguridad. La costa es brava, el viento a menudo fuerte. La población local vive desde hace décadas con la presencia de esta instalación, entre ventajas económicas e inquietud tras cada sacudida importante.

Central nuclear Bruce

Tiverton, Canadá

Central nuclear Bruce

Esta instalación en Tiverton figura entre las centrales nucleares más potentes del mundo y suministra electricidad a gran parte de Ontario desde los años 1970. Ocho reactores funcionan aquí en un sitio junto al lago Hurón, en una región marcada durante mucho tiempo por la agricultura. Las torres y edificios se alzan sobre tierras de cultivo planas y forman una silueta industrial en el horizonte. Para Canadá, este lugar desempeña un papel central en el suministro eléctrico, y las comunidades cercanas viven desde hace décadas con la proximidad de la tecnología nuclear. La instalación ha sido ampliada y modernizada gradualmente para prolongar su vida útil y mejorar la seguridad. Los visitantes ven sobre todo las torres de refrigeración masivas, que liberan vapor al cielo, y las zonas de seguridad que rodean el sitio.

Central Nuclear Palo Verde

Arizona, Estados Unidos

Central Nuclear Palo Verde

La central nuclear de Palo Verde se encuentra en medio del desierto de Arizona y es la mayor instalación nuclear de Estados Unidos, medida por su producción eléctrica. Los tres reactores suministran energía a varios millones de hogares del suroeste del país. Las torres de refrigeración se elevan sobre el paisaje plano y seco, y la central utiliza aguas residuales tratadas procedentes de Phoenix, ya que se encuentra lejos de cualquier curso de agua natural. La instalación demuestra cómo la energía nuclear puede funcionar incluso en regiones extremadamente áridas.

Central Nuclear Diablo Canyon

California, Estados Unidos

Central Nuclear Diablo Canyon

La central de Diablo Canyon se encuentra directamente en la costa del Pacífico, rodeada de acantilados escarpados y pequeñas calas. Sus dos reactores suministran electricidad a varios millones de hogares en el norte y centro de California. Como única instalación activa de este tipo que queda en el estado, desempeña un papel central en el abastecimiento energético regional. Su ubicación en una zona sísmicamente activa la convierte en uno de los sitios más vigilados del país. Los geólogos estudian regularmente las fallas cercanas. El terreno es amplio, vallado y fuertemente protegido. Desde el exterior solo se ven las cúpulas características y las torres de refrigeración que se recortan contra el cielo azul y el océano abierto. Los alrededores son bastante secos, con hierba amarillenta y matorrales bajos típicos de la costa californiana. La central se encuentra en el centro de debates permanentes sobre seguridad energética, riesgos sísmicos y el futuro de la energía nuclear en un estado que se ha comprometido fuertemente con las energías renovables.

Tarapur Atomic Power Station

Maharashtra, India

Tarapur Atomic Power Station

La central nuclear de Tarapur fue la primera instalación comercial de este tipo en India y produce electricidad desde 1969. Se encuentra en la costa del mar Arábigo al norte de Bombay y comenzó con dos reactores de agua en ebullición suministrados por General Electric en el marco de un acuerdo estadounidense-indio. A lo largo de las décadas siguientes, Tarapur se amplió varias veces: se añadieron dos reactores de agua pesada presurizada de diseño canadiense en la década de 1980, seguidos por reactores de diseño indio a medida que el país desarrollaba sus propias capacidades nucleares. Hoy el complejo alberga varias unidades de reactores que representan diferentes generaciones de tecnología. La posición costera permite el uso de agua de mar para la refrigeración. La planta ilustra el camino de India desde la dependencia de proveedores extranjeros hacia la autonomía en diseño de reactores y gestión del ciclo del combustible. Tarapur ha sido en ocasiones objeto de debates públicos sobre normas de seguridad e impacto ambiental, especialmente en relación con las emisiones de tritio y el tratamiento del combustible gastado. Aun así, la instalación continúa suministrando electricidad a millones de hogares en Maharashtra y los estados vecinos.

Planta de energía nuclear Vogtle

Georgia, Estados Unidos

Planta de energía nuclear Vogtle

La central nuclear de Vogtle en Georgia puso en servicio nuevos reactores tras casi tres décadas sin construcción de unidades en Estados Unidos. Dos reactores adicionales se construyeron desde la década de 2010, sumándose a los dos que funcionan desde los años 80. Esta ampliación marca un intento de relanzar la energía nuclear en el país después de un largo periodo de dudas. La central se encuentra junto al río Savannah, rodeada de zonas boscosas y terreno llano. Las dificultades técnicas y los retrasos durante la construcción convirtieron el proyecto en un caso muy observado en la industria. Vogtle representa el reinicio laborioso de la tecnología de reactores estadounidenses en un panorama político y económico transformado.

Temelín Nuclear Power Plant

Temelín, Chequia

Temelín Nuclear Power Plant

La central nuclear de Temelín es la principal fuente de energía atómica de la República Checa. La instalación entró en funcionamiento a principios de los años 2000 y suministra electricidad a gran parte del país. Dos reactores de agua a presión de diseño soviético se equiparon aquí con tecnología occidental, un proyecto que provocó debates políticos y técnicos. La central se encuentra en una zona rural del sur de Bohemia y forma parte de las instalaciones que crearon un puente entre los estándares nucleares del Este y del Oeste tras el fin de la Guerra Fría. Las torres de refrigeración se elevan sobre campos y bosques, marcando el paisaje de la región. Para la República Checa, esta instalación desempeña un papel central en el suministro energético y en las discusiones sobre el futuro de la energía nuclear en Europa Central.

Central nuclear de Barakah

Región de Al Dhafra, Emiratos Árabes Unidos

Central nuclear de Barakah

Esta planta trajo la primera energía nuclear al mundo árabe y se encuentra al oeste de Abu Dabi en territorio desértico cerca de la costa. Desde 2020, cuatro reactores generan electricidad usando tecnología surcoreana y reducen la dependencia de combustibles fósiles. La instalación se levanta en un paisaje desértico plano y seco donde los edificios de los reactores y las torres de enfriamiento se ven desde lejos. Barakah marca la entrada de la región del Golfo en la energía atómica civil y cambia la estrategia energética de los Emiratos.

Planta de energía nuclear South Texas

Texas, Estados Unidos

Planta de energía nuclear South Texas

La planta de South Texas se encuentra al sur de Houston, en una zona costera plana rodeada de praderas y canales. Puesta en servicio en los años ochenta, abastece de electricidad a varios millones de hogares. Sus dos torres de refrigeración dominan el paisaje y se ven desde lejos. El sitio se extiende sobre una gran superficie marcada por zonas de seguridad e instalaciones técnicas. Su proximidad al golfo de México y a los grandes centros urbanos la convierte en un elemento clave de la infraestructura energética de Texas. Los visitantes solo pueden observar la planta desde la distancia, pero su presencia se percibe con claridad en toda la región.

Central nuclear Koeberg

Ciudad del Cabo, Sudáfrica

Central nuclear Koeberg

La instalación de Koeberg es la única central nuclear del continente africano y se encuentra a unos treinta kilómetros al norte de Ciudad del Cabo, junto a la costa atlántica. Los dos reactores de agua a presión de diseño francés entraron en funcionamiento en los años ochenta y suministran electricidad a gran parte de la región de Cabo Occidental. El emplazamiento se asienta en un paisaje costero abierto de dunas y matorral bajo, no lejos de pequeños pueblos pesqueros. Zonas de seguridad separan la instalación de su entorno, pero las torres de refrigeración siguen siendo visibles desde la distancia. En un país que enfrenta escasez de energía, esta central desempeña un papel importante en el suministro eléctrico del área metropolitana y las comunidades cercanas.

Taishan Nuclear Power Plant

Guangdong, China

Taishan Nuclear Power Plant

La central nuclear de Taishan utiliza reactores EPR franceses, entre los más potentes de su clase en el mundo. Esta instalación muestra la cooperación técnica entre China y Francia en el ámbito de la energía atómica y representa el impulso chino por satisfacer su creciente demanda eléctrica mediante tecnología de reactores avanzada. Los reactores funcionan con sistemas de seguridad modernos y abastecen gran parte de la región costera del sur de China. Vistas desde lejos, las torres de refrigeración y los edificios de contención recuerdan el carácter industrial de esta forma de generación eléctrica.

Hongyanhe Nuclear Power Plant

Liaoning, China

Hongyanhe Nuclear Power Plant

La central nuclear de Hongyanhe suministra electricidad a las regiones industriales del noreste de China y se encuentra entre las instalaciones más grandes del país. Varios reactores proporcionan energía a hogares y fábricas de la provincia de Liaoning. Torres de refrigeración y edificios de reactores marcan el paisaje costero a lo largo del mar Amarillo. Ingenieros y técnicos trabajan día y noche para mantener las operaciones. La zona alrededor de la central tiene acceso restringido, con puestos de control y perímetros de seguridad que rodean el sitio.

Hinkley Point C nuclear power station

Somerset, Reino Unido

Hinkley Point C nuclear power station

Hinkley Point C se levanta en la costa de Somerset y debe albergar dos reactores EPR de diseño francés. La obra se extiende por una zona amplia cerca del mar, donde ya funcionan otras dos centrales nucleares más antiguas. Las instalaciones siguen en construcción y su finalización se hace esperar desde hace años. El modelo de reactor EPR fue desarrollado en Francia y se distingue por su complejidad técnica. La región alrededor de la obra permanece rural, con campos y pequeños pueblos cerca. La central se encuentra en una zona que utiliza energía nuclear desde hace décadas. Una vez en servicio, la nueva planta debería suministrar gran parte de la electricidad británica. El desarrollo de este proyecto ilustra las dificultades y los retrasos relacionados con la construcción de centrales nucleares modernas, y se inscribe en el contexto de la política energética británica después del Brexit.

Central nuclear de Flamanville

Flamanville, Francia

Central nuclear de Flamanville

La central nuclear de Flamanville se levanta en la costa de Normandía, donde combina una larga historia de producción eléctrica con uno de los proyectos de construcción más debatidos de Europa. Dos reactores de agua a presión más antiguos generan electricidad desde los años ochenta, mientras que un tercer reactor tipo EPR está en construcción desde 2007. Este proyecto ha superado ampliamente los plazos y presupuestos previstos, alimentando debates constantes sobre la viabilidad económica de la energía nuclear. El sitio se encuentra en una zona rural frente al Canal de la Mancha, rodeado de praderas y pequeños pueblos. A lo largo de los años, vecinos, ingenieros y responsables políticos han seguido el avance de las obras mientras los desafíos técnicos y los controles de seguridad modificaban una y otra vez el calendario. Esta central representa las dificultades y ambiciones de la industria nuclear europea en el siglo XXI.

Central nuclear de Olkiluoto

Eurajoki, Finlandia

Central nuclear de Olkiluoto

La central nuclear de Olkiluoto se encuentra en la costa oeste de Finlandia e hizo historia con su tercer reactor. Esta unidad fue el primer reactor de agua presurizada europeo de su generación y comenzó a operar tras más de una década de retrasos y desafíos técnicos. La instalación produce una gran parte de la electricidad finlandesa y muestra las dificultades que pueden surgir al construir nuevos tipos de reactores. Los dos reactores más antiguos del lugar habían funcionado durante décadas antes. La ubicación costera permite la refrigeración con agua de mar, mientras que todo el complejo está anclado en lo profundo de la roca. Olkiluoto se convirtió en un ejemplo educativo para el futuro de la energía nuclear en Europa, entre la ambición técnica y las realidades de gestionar grandes proyectos.

Isar Nuclear Power Plant

Baja Baviera, Alemania

Isar Nuclear Power Plant

Las centrales nucleares de Isar se encuentran al sureste de Landshut, junto al río Isar, en una zona rural entre Múnich y la frontera austríaca. Hasta abril de 2023, dos reactores suministraron electricidad durante más de cuatro décadas y figuraron entre las últimas instalaciones atómicas activas del país. Con el cierre definitivo, se cerró un capítulo de la política energética alemana, marcado desde los años ochenta por debates públicos y manifestaciones. Ahora comienza el desmantelamiento de las torres y los edificios, un proceso que llevará décadas. Las dos torres de refrigeración, que durante mucho tiempo marcaron el paisaje llano, aún están en pie pero desaparecerán progresivamente. En los pueblos de alrededor, la gente habla de la época en que la central ofrecía miles de empleos y estructuraba la economía local. Ahora la región se transforma lentamente mientras Alemania reorienta su combinación energética.

Central nuclear de Tihange

Huy, Bélgica

Central nuclear de Tihange

La central nuclear de Tihange se encuentra cerca de la ciudad de Huy, junto al río Mosa, y suministra electricidad a hogares belgas. Sus tres reactores comenzaron a funcionar en las décadas de 1970 y 1980. En las regiones vecinas de los Países Bajos y Alemania, los habitantes discuten desde hace años la seguridad de la instalación. Las inspecciones revelaron grietas en las vasijas de los reactores y la tecnología está envejeciendo. El gobierno belga y el operador sostienen que se cumplen las normas internacionales. Para muchas personas a ambos lados de la frontera, el tema forma parte de la vida cotidiana. Hay campañas de información, distribución de tabletas de yodo y debates regulares en los medios. La central muestra cómo la política energética nacional y las preocupaciones regionales de seguridad se encuentran en una parte densamente poblada de Europa.

Greifswald Nuclear Power Plant

Lubmin, Alemania

Greifswald Nuclear Power Plant

Esta instalación fue una de las centrales nucleares más grandes de la RDA y abastecía gran parte del país con electricidad. Tras la caída del Muro de Berlín y la reunificación alemana, fue cerrada por razones de seguridad. Los reactores soviéticos no cumplían con los estándares de seguridad occidentales, lo que llevó a su clausura definitiva. Hoy el sitio está siendo desmantelado, un proceso que toma varias décadas. Las torres de refrigeración y los edificios recuerdan una época en que la energía nuclear jugaba un papel central en la economía de Alemania Oriental. El lugar muestra cómo los cambios políticos pueden transformar la política energética de un país.

Beznau Nuclear Power Plant

Döttingen, Suiza

Beznau Nuclear Power Plant

Esta instalación a orillas del Aare comenzó a producir electricidad en 1969 y sigue siendo la central nuclear más antigua aún en funcionamiento en el mundo. Los dos reactores fueron diseñados originalmente para una vida útil de 40 años, pero tras varias modernizaciones y revisiones de seguridad, continúan suministrando energía a cerca de un millón de personas. Las torres de refrigeración y los edificios se elevan en un paisaje fluvial cerca de la frontera alemana. Durante décadas, los debates han acompañado a esta central sobre la prolongación de su explotación y su futuro cierre, mientras sigue desempeñando un papel importante en el abastecimiento energético suizo.

Central nuclear de Cattenom

Cattenom, Francia

Central nuclear de Cattenom

La central nuclear de Cattenom se encuentra junto al Mosela, a pocos kilómetros de la frontera con Luxemburgo. Esta instalación es una de las más grandes de Francia y cuenta con cuatro reactores de agua a presión. Las torres de refrigeración marcan el paisaje del lado francés de esta región fronteriza. Por su cercanía a Luxemburgo y Alemania, Cattenom ha generado debates políticos a lo largo de los años, especialmente entre los países vecinos que expresan preocupaciones sobre la seguridad. La planta abastece una porción considerable de la red eléctrica francesa y juega un papel central en la política energética del país. Alrededor del emplazamiento se extienden tierras agrícolas y pequeños pueblos que conviven con esta infraestructura eléctrica.

Central nuclear de Gravelinas

Gravelines, Francia

Central nuclear de Gravelinas

Esta central nuclear se alza en la costa del Canal cerca de la frontera belga y es la instalación más potente de Francia. Sus seis reactores abastecen de electricidad a varios millones de hogares. Construida en los años 1970 y 1980, marca el paisaje costero llano con sus torres de refrigeración, visibles a muchos kilómetros de distancia. El mar cercano proporciona agua de refrigeración para los reactores. Barcos pesqueros navegan junto a las instalaciones, mientras los paseantes en la playa ven las grandes estructuras en el horizonte. La Centrale nucléaire de Gravelines desempeña un papel central en el suministro eléctrico francés y muestra la fuerte dependencia del país de la energía nuclear.

Central nuclear de Tricastin

Pierrelatte, Francia

Central nuclear de Tricastin

La central nuclear de Tricastin se alza en el valle del Ródano y opera cuatro reactores que suministran electricidad a hogares del sur de Francia. El emplazamiento alberga también instalaciones de enriquecimiento de uranio. La central se extiende entre viñedos y campos a lo largo del río que alimenta los circuitos de refrigeración. Torres de refrigeración dominan el paisaje junto a las vías de acceso. Los pueblos vecinos han crecido al lado de la central durante décadas. El terreno combina generación eléctrica con procesos industriales de preparación de combustible. Zonas de seguridad rodean el perímetro y enmarcan las entradas. Quien atraviesa esta región observa una pieza fundamental de la infraestructura energética francesa.

Central nuclear del Blayais

Blaye, Francia

Central nuclear del Blayais

La central se encuentra en las orillas del estuario del Gironda, a pocos kilómetros al norte de la pequeña ciudad de Blaye. Cuatro reactores se construyeron aquí entre los años setenta y ochenta en un terreno plano protegido por diques contra las mareas. En diciembre de 1999, la tormenta provocó inundaciones que sumergieron parte de las instalaciones y dejaron fuera de servicio varios sistemas de seguridad. Este incidente reveló la vulnerabilidad de la infraestructura frente a los fenómenos meteorológicos extremos y condujo a nuevas medidas de protección en los emplazamientos franceses. La región alrededor de la central está marcada por los viñedos y las tierras de cultivo, mientras que las torres de refrigeración permanecen visibles desde lejos. La proximidad al agua era esencial para la refrigeración, pero también comportaba riesgos.

Central nuclear de Paluel

Paluel, Francia

Central nuclear de Paluel

Esta planta en Normandía se levanta en la costa del Canal de la Mancha y figura entre las instalaciones más potentes del parque nuclear francés. Cuatro reactores se alinean a lo largo de la orilla, sus torres de refrigeración se elevan sobre los acantilados y marcan el perfil de esta región costera. La instalación suministra electricidad a varios millones de hogares y utiliza agua de mar para enfriar las turbinas. El emplazamiento ocupa una zona rural con campos y pequeños pueblos, el contraste entre industria y agricultura es claramente visible. Los visitantes notan la larga carretera de acceso que conduce directamente a la costa y las zonas de seguridad alrededor de los edificios de los reactores. En días despejados se pueden distinguir desde el mar las cuatro estructuras principales, en servicio desde los años ochenta.

Central nuclear de Civaux

Civaux, Francia

Central nuclear de Civaux

Esta central nuclear a orillas del Vienne se cuenta entre las instalaciones más recientes de Francia. Sus dos reactores de agua presurizada entraron en servicio a fines de los años 1990 y principios de los 2000, utilizando la generación constructiva más avanzada del programa nuclear francés. Los sistemas de refrigeración extraen agua del río, y las dos torres de enfriamiento se ven desde lejos en la campiña. La central suministra electricidad a cientos de miles de hogares y muestra el desarrollo continuo de la tecnología nuclear francesa tras varias décadas de experiencia. Representa un intento de mejorar la fiabilidad de los modelos más antiguos al tiempo que se elevan los estándares de seguridad.

Central de Creys-Mépieu

Creys-Mépieu, Francia

Central de Creys-Mépieu

Esta instalación a orillas del Ródano fue uno de los intentos franceses de desarrollar la tecnología de reactores reproductores rápidos. El reactor usaba sodio líquido para la refrigeración y servía de paso entre instalaciones experimentales y grandes proyectos comerciales como Superphénix. La planta funcionó durante trece años, proporcionando lecciones sobre el funcionamiento y los límites de este tipo de reactores. Hoy el sitio está siendo desmantelado, los componentes se desarman y los materiales se retiran pieza por pieza. Las torres y edificios siguen en pie, pero las partes internas se vacían gradualmente. El lugar muestra cuánto tiempo lleva desmontar una instalación atómica después de su cierre.

Phénix

Marcoule, Francia

Phénix

Phénix era un reactor experimental en el centro de investigación de Marcoule que funcionó entre 1973 y 2009. Este reactor utilizaba sodio líquido como refrigerante y trabajaba con neutrones rápidos, una tecnología destinada a aprovechar el combustible de manera más eficiente. Durante varias décadas la instalación sirvió como plataforma de investigación y proporcionó enseñanzas importantes para la construcción del reactor Superphénix, de mayor tamaño. Aunque Phénix tenía una vocación principalmente experimental, el reactor también producía electricidad que alimentaba la red francesa. La experiencia adquirida influyó en la investigación nuclear francesa y permitió comprender mejor las posibilidades y los límites de este tipo de reactor.

Gundremmingen Nuclear Power Plant

Jülich, Alemania

Gundremmingen Nuclear Power Plant

El reactor AVR era una instalación experimental que exploraba nuevos enfoques para la energía nuclear en las décadas de 1960 y 1970. A diferencia de la mayoría de los reactores de su época, funcionaba con elementos combustibles esféricos que se desplazaban a través de un núcleo vertical. El concepto buscaba alcanzar temperaturas más altas y mejorar la seguridad, pero encontró dificultades técnicas. El polvo de grafito y las emisiones radiactivas imprevistas llevaron al cierre del proyecto tras varios años de operación. Hoy, la instalación está cerrada y en proceso de desmantelamiento. Sigue siendo testigo de los experimentos que Alemania realizó en la segunda mitad del siglo veinte para desarrollar tipos alternativos de reactores.

Westfalen power station

Hamm, Alemania

Westfalen power station

El THTR-300 en Hamm representa un intento alemán en la tecnología de reactores de alta temperatura. Esta planta trabajaba con elementos combustibles esféricos de grafito, rellenos de uranio enriquecido. Tras iniciar operaciones en 1985, surgieron dificultades técnicas, incluido un incidente en 1986 que liberó pequeñas cantidades de partículas radiactivas. Los operadores enfrentaron problemas con la carga de combustible y el control del núcleo del reactor. La planta se cerró en 1989 cuando la viabilidad económica y técnica de este tipo de reactor se volvió cuestionable. El reactor desmantelado recuerda hoy la búsqueda de caminos alternativos en la tecnología nuclear y los límites de los enfoques experimentales.